En el marco de su audiencia privada con los miembros de la “Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice”, el Santo Padre Francisco subrayó que la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad son “las tres piedras angulares de la Doctrina Social de la Iglesia”, que ve a la persona humana, “como la cumbre de la creación y el centro del orden social, económico y político”, combatiendo así el individualismo y promoviendo el bien común.
La mañana del sábado 23 de octubre, el Papa Francisco recibió en audiencia en la sala Clementina del Vaticano a los miembros de la “Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice” reunidos en Roma con motivo de su Conferencia Internacional en la que se abordan temas esenciales como la solidaridad, la cooperación y la responsabilidad como antídotos contra la injusticia, la desigualdad y la exclusión.
En su discurso, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia de dialogar sobre estas cuestiones especialmente “en un momento en que las incertidumbres y la precariedad que marcan la existencia de tantas personas y comunidades se ven agravadas por un sistema económico que sigue desechando vidas en nombre del dios dinero”, destruyendo los recursos de la Tierra y alimentando tantas formas de desigualdad.
Responder ante injusticia no sólo con la denuncia
Ante este panorama, el Pontífice pidió “no permanecer indiferentes” como sociedad, puesto que la respuesta a la injusticia y a la explotación “no es sólo la denuncia sino, sobre todo, la “promoción activa del bien”.
Asimismo, el Papa agradeció a la Fundación por el trabajo que lleva a cabo, particularmente en el campo de la educación y la formación:
“Gracias por vuestro compromiso de financiar estudios e investigaciones para los jóvenes sobre nuevos modelos de desarrollo económico y social. Es importante, lo necesitamos: en el suelo contaminado por el dominio de las finanzas necesitamos muchas pequeñas semillas que hagan brotar una economía justa y beneficiosa, a escala humana y digna del hombre. Necesitamos posibilidades que se conviertan en realidades, realidades que den esperanza”
Las tres piedras angulares
En alusión a las tres palabras elegidas por la Fundación “Centesimus Annus Pro Pontifice” para esta conferencia internacional -solidaridad, cooperación y responsabilidad- Francisco destacó que son “las tres piedras angulares de la Doctrina Social”, que ve a la persona humana, naturalmente abierta a la relación, como la cumbre de la creación y el centro del orden social, económico y político:
“Con esta mirada, atenta al ser humano y sensible a la concreción de las dinámicas históricas, la Doctrina Social contribuye a una visión del mundo opuesta a la visión individualista, en la medida en que se basa en la interconexión entre las personas y tiene como meta el bien común”
Papa: “Retomemos la Doctrina Social de la Iglesia”
Otro de los puntos indicados por el Pontífice en su alocución, fue el hecho concreto de que esta Doctrina está anclada en la Palabra de Dios, para orientar los procesos de promoción humana a partir de la fe en el Dios hecho hombre.
Por eso -argumentó Francisco- hay que seguirla, amarla y desarrollarla. “Retomemos la Doctrina Social, hagámosla conocer: ¡es un tesoro de la tradición de la Iglesia!”, añadió.
Igualmente, el Santo Padre puntualizó que la misión de la Fundación y de todos como familia humana, es precisamente, poner en práctica la teoría de la Doctrina Social de la Iglesia, es decir, que no quede todo en puras palabras sino que se vean los gestos concretos en todos los ámbitos de la vida social, las relaciones, el trabajo, el compromiso civil, la relación con la creación y la política:
“Solidaridad, cooperación, responsabilidad: son tres palabras que recuerdan el misterio de Dios mismo, que es Trinidad. Dios es comunión de personas y nos orienta a realizarnos a través de la apertura generosa a los demás (solidaridad), de la colaboración con los demás (cooperación), del compromiso con los demás (responsabilidad)”
Colaborar por el bien común
Por último, el Papa aseveró que para llevar adelante esta misión, la humanidad no está sola sino que cuenta con la cercanía de Dios.
Francisco concluyó su discurso alentando a todos, como comunidad universal creyente, “a colaborar sin miedo con cada uno por el bien de todos: sin cerrazones, sin visiones excluyentes y sin prejuicios”.
Por: Vatican News