Al final de la audiencia general, el Papa dirige su pensamiento a quienes han perdido la vida en los diversos conflictos del planeta y a la Jornada del Deporte para la Paz y el Desarrollo de la ONU, que se celebra mañana
El Papa Francisco se detiene en el significado de la Semana Santa, antes de concluir la audiencia general. Subraya que en estos días se conmemora la Pasión de Cristo y su muerte injusta, luego su pensamiento se dirige a hoy y a los que han perdido la vida a causa de la guerra.
Recuerdo de modo particular a todas las víctimas de los crímenes de guerra, y mientras invito a rezar por ellas, elevamos una plegaria a Dios para que los corazones de todos se conviertan.
María como las madres de los soldados ucranianos y rusos caídos en la guerra
Francisco habló pausadamente, recordando la muerte de Jesús e invitando a contemplar lo sucedido en el Calvario y a acudir a la figura de María, que recuerda la de tantas madres que han perdido a sus hijos, en particular las de los soldados sin vida en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Madres que el Papa mencionó varias veces con dolor y solidaridad.
“Mirando a María, la Virgen, ante la Cruz, mi pensamiento se dirige a las madres: a las madres de los soldados ucranianos y rusos caídos en la guerra. Son madres de hijos muertos. Recemos por estas mamás.”
Pensamientos por los que sufren y los últimos
“Al acercarse la fiesta de la Pascua”, el Papa nos exhorta también a tener presentes a los últimos y a los que sufren. Lo hace en su saludo a los fieles de lengua árabe, pidiéndoles que lleven “en la mente y en el corazón los sufrimientos de los enfermos, de los pobres, de los marginados, recordando también a las víctimas inocentes de las guerras, para que Cristo, con su Resurrección, conceda a todos la paz, el consuelo y las bendiciones”.
Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz
En las palabras de Francisco al final de la audiencia general, hubo también una referencia a la Jornada Mundial del Deporte para la Paz y el Desarrollo, convocada por Naciones Unidas, que se celebrará mañana. El deseo del Papa es que el aniversario “contribuya a intensificar los propósitos de solidaridad y las actitudes de amistad y de compartir fraterno”.
Este Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, establecido hace 10 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el día de 1896 en que se inauguraron en Atenas los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, pretende ser este año, bajo el lema “Marcar tantos por las personas y el planeta”, una oportunidad para reconocer el papel positivo del deporte y la actividad física en las comunidades y en la vida de las personas de todo el mundo. El deporte ofrece un enorme potencial para avanzar hacia los objetivos del desarrollo sostenible, y para la promoción de la paz y los derechos humanos, señala la página web de la ONU dedicada al evento, desde el empoderamiento de las mujeres y las niñas, los jóvenes, las personas con discapacidad y los grupos marginados, y por ello se celebrará mañana en el Palacio de Cristal de Nueva York una serie de conversaciones que pondrán de relieve el poder del fútbol y otros deportes en este sentido. Los debates se centrarán en particular en la sostenibilidad y la acción por el clima, la igualdad de género y la lucha contra el racismo y la incitación al odio.