El Dicasterio para los Laicos, Familia y vida expresa su cercanía a los afectados por Covid-19 y asegura sus oraciones por ellos. También agradece al personal de salud por su “generosa dedicación”
“La vida humana tiene un gran valor a los ojos de Dios. Si, en algunas circunstancias, algo atenta a la salud y la vida de muchos hombres, y quizás también a la nuestra, no debemos sentirnos solos frente a este enemigo”: Es el mensaje del Dicasterio para los laicos, familia y vida ante la epidemia de Covid-19, más conocido como corona virus. “Como Dicasterio designado por el Santo Padre para el cuidado pastoral de los laicos, la familia y la vida, deseamos demostrar, en este momento de dificultad, a aquellos que han sido afectados por Covid-19 o se sienten amenazados por esta infección viral, nuestra proximidad, nuestro afecto y nuestra oración por ellos”, se lee en el mensaje en el que además agradece a los médicos, enfermeras, rescatistas e investigadores científicos “por la generosidad de su dedicación”.
El Dicasterio invita a cambiar algunos estilos de vida
El Dicasterio Vaticano también hace una invitación a “enfrentar esta emergencia de salud internacional con seriedad, serenidad y coraje” pero siempre “poniendonos a disposición de algunos sacrificios en nuestros estilos de vida diarios para el bien común”.”Cada uno está llamado a hacer su parte, pero no está solo, reitera, tenemos la protección de Dios, que nos cuida a todos con el amor del Padre (…) La Iglesia también quiere estar al lado de cada persona enferma en Covid -19, a su familia y amigos, al personal de salud y asistencia pública que se ocupa de su persona, y a los académicos que buscan un remedio para esta patología”.
Ayudar a los débiles de la familia para evitar el contagio
Un pensamiento especial lo dirigen a las familias, que son llamadas, con amor y un sentido de gran responsabilidad, “a cuidar y acompañar a sus miembros afectados por Covid-19, a cuidar a los ancianos que no pueden salir de la casa debido al riesgo de contagio, a los sujetos más débiles debido a otra enfermedad que ya está en progreso y a los niños que deben quedarse en casa por razones de salud”. En este sentido, el Dicasterio del Vaticano cita a esas familias que viven en lugares pobres con bajos recursos económicos y asistencia social, pero también a aquellas que corren el riesgo de perder sus empleos debido a las consecuencias de la epidemia en la economía mundial.
La familia debe ser un núcleo de fortaleza y unión ante la dificuldad
En el mensaje, por último, puntualizan que, en estas circunstancias, “la familia puede convertirse en un recurso, una fuerza impulsora y una fuerza de difusión para el sentido de responsabilidad, solidaridad, fortaleza y prudencia, el intercambio y la ayuda mutua en la dificultad”. El Dicasterio para los laicos, la familia y la vida finalmente se une al Papa Francisco, quien en la audiencia general del pasado 26 de febrero expresó por última vez su cercanía “a los enfermos de coronavirus y a los trabajadores de salud que los tratan, así como con las autoridades civiles y a todos aquellos que trabajan para ayudar a los pacientes y detener la infección”.