Bajo el lema “contra el etnocidio, el ecocidio y el extractivismo que se agravan con la pandemia”, el pasado 18 y 19 de julio se realizó de modo virtual la primera Asamblea mundial autoconvocada por la Amazonia.
La crisis sanitaria golpea de modo especial a los pueblos que habitan en la región Panamazónica. Según los datos de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), hasta el pasado 17 de julio, se contabilizaron 609.121 casos confirmados de COVID-19 y 17.869 muertos en la región. Según Mauricio López, secretario ejecutivo de la REPAM, “estamos frente a una situación sin precedentes, esta pandemia nos ha puesto en una situación de vulnerabilidad que nunca antes habíamos vivido, pero sobretodo revela y desnuda todas las realidades de exclusión, desigualdad e injusticia que hemos estado viviendo, sobre todo en los pueblos originarios y comunidades de la amazonia”.
Asamblea Mundial por la Amazonía
Frente a esta crisis sanitaria, movimientos, redes, activistas y organizaciones de pueblos indígenas, quilombolas, ribereños, siringueros (caucheros), caboclos, campesinos, artistas, religiosos, defensores de la naturaleza, comunicadores, académicos, mujeres, jóvenes y pobladores de las ciudades amazónicas, se han autoconvocado para realizar la Primera Asamblea Mundial por la Amazonía que tuvo lugar de manera virtual el pasado 18 y 19 de Julio. Se ha suscripto a esta iniciativa la REPAM, a través de su secretario ejecutivo, invitando a sus miembros a participar.
Reflexión y acción
Durante el primer día de la Asamblea, se ha reflexionado y debatido sobre la problemática de los países y la región panamazónica, mientras que el segundo día se discutieron propuestas para acción concretas. En esta línea, se han acordado llevar adelante diferentes iniciativas, por ejemplo una campaña mundial para hacer frente a los graves impactos del COVID-19 sobre poblaciones indígenas, afrodescendientes y de toda la Amazonía.
Declariación final
Al cierre de la Asamblea se publicó una declaración final donde se hizo hincapié que “es hora de unirnos en la diversidad de saberes de los pueblos de Abya Yala y del mundo, y en las culturas del cuidado, para retornar el espíritu de la selva a la humanidad”.