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Ecuador. Declaración del Episcopado por el Código Orgánico de Salud

Declaración de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana ante la aprobación del Código Orgánico de Salud, en la cual reconocen “con enorme preocupación la afectación de los derechos humanos, consignados en la Constitución”. Según los prelados, esta legislación “contradice o desconoce la cultura, costumbres y principios de nuestro pueblo que ama la vida y la defiende siempre.”

Ante la aprobación del Código Orgánico de Salud el pasado 25 de agosto por la Asamblea Nacional, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana publicó un comunicado expresando su opinión “como ciudadanos, en ejercicio de nuestro derecho a la libertad de expresión consagrado en la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos, y fieles a nuestra misión de promover y defender la vida humana en todas sus expresiones”.

Principios generales

En ella exponen ante la sociedad ecuatoriana que “los derechos humanos, que son inherentes a la naturaleza humana, preceden a toda legislación; en consecuencia, no son concesiones del Estado ni fruto de los consensos de grupos humanos”. Al mismo tiempo, expresan que “la legislación debe estar al servicio de la vida y los derechos humanos; lo cual significa, entre otras cosas, que debe reconocerlos, respetarlos, defenderlos, promoverlos y garantizarlos”, recordando que “la Constitución del 2008, aprobada por la mayoría del pueblo ecuatoriano, es la Ley Suprema a la que deben subordinarse todas las Leyes y normas de inferior jerarquía.”

Derechos humanos afectados

Con la aprobación del Código Orgánico de Salud, los prelados ven “con enorme preocupación la afectación de los derechos humanos, consignados en la Constitución”. A continuación, detallan estos derechos afectados: “el derecho a la vida desde la concepción, al promover el aborto, de una manera ambigua o indeterminada, como emergencia obstétrica”; “el derecho de madres y padres de familia a educar a sus hijos, al aprobar el uso indiscriminado de anticonceptivos de los menores de edad sin su consentimiento, como también al imponer visiones ideológicas de género contrarias a sus convicciones éticas y a la ciencia”; “el derecho a la objeción de conciencia de los médicos, al obligarlos a intervenir en casos de emergencia obstétrica por cualquier causa”; “el derecho de la mujer a una maternidad plena y a la dignidad del cuerpo humano, al permitir la contratación de vientres de alquiler o subrogados, de forma supuestamente gratuita”; y “el derecho a la identidad sexual, al permitir la asignación o cambio de sexo en la etapa de pubertad, como al impedir la recuperación de una orientación sexual”.

Apelo al Presidente de la República

Los obispos ecuatorianos, apelan luego “al sano criterio y a la sensibilidad humana del Señor Presidente de la República para que, libre de presiones políticas y económicas, vete estos artículos que atentan contra los derechos humanos, favoreciendo y defendiendo la salud integral de las personas, la objeción de conciencia, la vida humana, el rol primario de la familia dentro de la sociedad en la educación de sus hijos, previsto en la propia Constitución”.

Derechos humanos en el centro

Concluyen la declaración los prelados, haciendo un firme llamado “a quienes tienen responsabilidades institucionales, pidiéndoles que sitúen los derechos humanos en el centro de todas las políticas, incluidas las de cooperación para el desarrollo humano integral, aun cuando eso signifique ‘ir contra corriente’”, evidenciando que el Código Orgánico de Salud “contradice o desconoce la cultura, costumbres y principios de nuestro pueblo que ama la vida y la defiende siempre”.


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