La Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia publicó una reflexión ante el anuncio de distintos proyectos de ley de eutanasia promovidos en ambas Cámaras del Congreso de la Nación.
“Aun en los casos de enfermedades que no tienen cura, todos los enfermos deben ser cuidados y acompañados para que sea respetada su vida hasta la muerte natural. No somos los dueños de la vida y por eso nos ponemos a su servicio”. Así lo subraya la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia (CEVILAF) de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en una reflexión deifundida este jueves 18de Agosto, con motivo de proyectos de ley de eutanasia que se encuentran en debate.
“En toda circunstancia, enfatizan, se debe poner su valor por encima de todo y es una obligación el cuidado de las personas en todas en sus etapas, especialmente en la vulnerabilidad”. Recuerdan, además, una de las enseñanzas del Papa Francisco sobre este tema: “La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es a no abandonar nunca a los que sufren, a no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza”.
La importancia de los cuidados paliativos
La Cevilaf destaca que se deben valorar los cuidados paliativos e integrales, “que alivian el dolor en la enfermedad grave y ayudan al que sufre y da mucho fruto en la persona humana y en su familia”. Puntualiza que “es fundamental acompañar la angustia del que sufre, su dolor físico y espiritual”.
“Lo propio de la medicina es curar, recalcan, pero también aliviar y humanizar el proceso de la muerte”. “Quitar la vida no es una vía para aliviar el sufrimiento”, dicen.
“El cuidado de la vida y la propuesta de servirla en todo momento es nuestra misión, cada uno desde su lugar de compromiso y testimonio creyente”.
La cultura de la muerte y el descarte
La Comisión Episcopal evidencia que se está frente a una nueva manifestación de la cultura de la muerte y del descarte al mismo tiempo, “ante un pueblo que todos los días reclama por el cuidado de su vida y de necesidades tan importantes como la salud, el trabajo, el techo y la tierra”. En este sentido, cabe recordar que el 30 de diciembre de 2020, el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, firmó el decreto de promulgación de la ley sobre el aborto.
El mensaje deja claro que “aunque una sociedad no pueda eliminar el sufrimiento, siempre puede comprometerse con todas sus energías con la vida de los que sufren”. Apuntan que el pueblo argentino tiene una riquísima historia haciéndolo, tanto desde el campo de la solidaridad como desde la Medicina misma. “No dejamos a nadie solo, y hemos desarrollado múltiples alternativas estos años para acompañar los dolores físicos y espirituales con ciencia y humanidad”, aclaran, y citan la experiencia de los Hospices y los Cottolengos.
Retomando la fatídica experiencia de la pandemia, recalcan que en ese período “hemos visto y vemos al personal de salud ponerse al hombro los dolores y sufrimientos de tantos hombres y mujeres enfermos y moribundos”. “Los hemos escuchado llorar ante la pérdida de una vida para la cual se prodigaron infatigablemente”, afirman.
“Por respeto a la vida que nos viene de Dios y de la que no somos dueños, por consideración a tantas personas que se han comprometido con el cuidado de la vida como personal sanitario, por respeto a los que no están y murieron en estos años, pedimos a Dios que en nuestra querida Patria no se dé lugar a leyes que dejen al costado del camino y excluyan de la mesa de la vida a los que más sufren”, concluye la reflexión de la CEVILAF.
Obispos argentinos: Hay que cuidar la vida, toda vida y las Dos Vidas
En los últimos años, los prelados argentinos han emitido múltiples pronunciamientos sobre la urgencia de defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Uno de ellos fue el 31 de diciembre de 2020, al que el Secretariado Nacional para la Familia, que forma parte de la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia calificó como “un día triste para la Argentina”, tras la legalización del aborto en el país.
“Queremos que cada argentino, cada padre, cada madre, abuelo, hijo, sienta nuestra cercanía y comprensión. Queremos abrazar con gratitud a todos los que, desde distintas convicciones, desde todos los credos, sin desanimarse, pusieron sus esfuerzos, su esperanza y fe para que la vida triunfara sobre la muerte”, expresaban. Y, con auténtica convicción, queremos hoy transmitirles que, a pesar de lo que ocurrió, la Vida siempre triunfa sobre la muerte. Es lo que nos enseñó Cristo, quien venció la muerte en la cruz. No está todo perdido. No hay nada perdido.
“Como familia, nos sentimos llamados a trabajar con más compromiso que nunca”. Por este motivo, invitaban a todos, “desde los diferentes sectores a unir nuestras fuerzas y trabajar por una familia que educa, contiene, alimenta, consuela, corrige, acepta y ama incondicionalmente. Con nuestro testimonio queremos mostrar el Rostro del Dios de la Vida y el Amor humano. Unidos como Familia, sigamos acompañando a la mujer que está esperando un hijo que no desea, dándole el abrazo y la contención. El Estado decidió dar otra respuesta. La nuestra sigue siendo la misma: cuidar la vida, toda vida y las Dos Vidas. Nuestra alegría es el triunfo del Dios de la Vida. Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos”, concluía el comunicado.
Los proyectos en discusión
El 6 de diciembre de 2021, ingresó en la Cámara de Diputados la llamada “Ley Alfonso”, sobre el “Derecho a la prestación de ayuda para morir dignamente”.
También, en abril de 2022, el proyecto de ley de “buena muerte” fue presentado al Senado y otro proyecto en discusión es el de “interrupción voluntaria de la vida”. Los tres tienen, como reportan agencias, el mismo objetivo: que una persona que sufre una enfermedad incurable pueda decidir cuándo morir.
Por: Vatican News