Un colaborador de la catedral de San Pablo y San Pedro, solicitante de asilo de origen ruandés, ha sido detenido el 25 de julio como autor confeso del incendio que el pasado 18 de julio destruyó el órgano del templo y dañó parte de la estructura del templo.
El detenido, que también hacía de monaguillo de forma ocasional y que tenía el encargo de cerrar la catedral, ya había sido interrogado por la gendarmería francesa después del incendio y puesto en libertad. Sin embargo, en un nuevo interrogatorio ante el juez, confesó ser el autor del incendio que provocó en tres puntos diferentes del edificio.
El autor confeso del incendio, de 39 años, católico y de nombre Emmanuel, se encontraba en trámites para obtener el estatuto de refugiado, pero su caso se había rechazado y había recibido la notificación de expulsión del país.
Ahora se encuentra detenido y acusado del delito de destrucción y degradación por medio de un incendio y se enfrenta a una posible condena de 10 años de prisión y el pago de 150.000 euros de multa.
Según declaraciones de su abogado, Quentin Chabert, al diario local Presse Océan, el detenido “está consumido por el remordimiento y la vergüenza por la magnitud del suceso”. “Rechaza amargamente los hechos y confesarlo ha sido para él una liberación”.
El detenido había llegado a Francia en el año 2012 y fue acogido en la diócesis y se le dio un empleo como ayudante en la catedral.
En un comunicado de la diócesis de Nantes, recogido por el diario ABC, se señala que “la diócesis desea que se haga toda la luz y confía en la justicia. Para no interferir en la investigación judicial, no se hará ningún comentario sobre tal proceso”.
Por: InfoVaticana