El Hospital São Lucas de Porto Alegre ha recibido algunos equipos médicos, enviados por el Papa Francisco, para el tratamiento de pacientes infectados por el coronavirus.
El pasado 17 de agosto se dio la noticia del envío a Brasil, en nombre del Papa, de 18 ventiladores “Draeger” para cuidados intensivos, además de 6 ecógrafos portátiles “Fuji”. Un regalo que ahora está justo en su destino. Se entregaron cuatro equipos pulmonares y un escáner de ultrasonido al Hospital São Lucas de Porto Alegre, en el Estado de Río Grande do Sul. Es uno de los muchos regalos similares que Francisco ha hecho en los últimos meses a los países afectados por la pandemia, y el Brasil está entre los que han sufrido durante mucho tiempo el fuerte impacto del virus en la población.
“Cuidado con los menos afortunados”
La misión humanitaria ha visto a la Elemosineria Apostólica comprometida junto con la Asociación Hope Onlus. Varias ciudades brasileñas están listas para recibir los equipos y, mientras tanto, el Arzobispo Metropolitano de Porto Alegre, Jaime Spengler, bendijo los que se entregaron al hospital de la ciudad, destacando el gesto como expresión “de la solidaridad de hombres y mujeres preocupados por la vida de los menos afortunados”.
Ayuda en defensa de la vida
Los respiradores y el ultrasonido serán proporcionados en la unidad de cuidados intensivos, que sólo recibe pacientes con Covid-19. Para el rector de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS), el Padre Evilázio Teixeira, presente en la entrega de los respiradores pulmonares, el gesto de solidaridad “por parte de la Iglesia es esencial para dar fuerza “a nuestra misión de cuidado y promoción de la vida”.
La situación en el Estado de Rio Grande do Sul
Un estudio de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), publicado el martes pasado, indica que el pico de infecciones Covid-19 en la ciudad de Porto Alegre ha disminuido, pero la tendencia de los casos debe mantenerse bajo control. Hasta ahora en esta región el saldo de virus positivo es de 115 mil personas, con más de tres mil muertes.