Sobre la misión en la que fueron asesinados el embajador italiano en la República Democrática del Congo, el agente de su escolta y el chófer, el Secretario General de las Naciones Unidas, en una entrevista concedida al diario La Stampa, asegura un análisis profundo y un apoyo a las autoridades italianas y africanas que intentan esclarecer los hechos del pasado 22 de febrero
Los dramáticos acontecimientos del Congo, la reforma de la ONU, pero también los compromisos comunes sobre las vacunas, el cambio climático y el reto de los migrantes. Este fue el tema central de la larga entrevista del Secretario General de las Naciones Unidas con el diario La Stampa. Antonio Guterres, tras condenar el brutal atentado del 22 de febrero en la República Democrática del Congo contra la misión conjunta, en el que fueron asesinados el embajador italiano Luca Attanasio, el carabinero Vittorio Iacovacci y su colega Mustapha Milambo del Pam, declara su compromiso personal y el de la ONU en un análisis profundo de los hechos sobre los que aún no hay claridad, para que los responsables de este crimen sean llevados ante la justicia.
Remontándose a las palabras del Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, sobre la reforma de la ONU y hablando sobre la fuerza de la ley y el trabajo por el bien común, Guterres mira al futuro y plantea la importancia del multilateralismo en el que se escuchen diferentes voces. El compromiso, con el Papa, es -afirma- trabajar “en armonía como familia de naciones, la única manera de abordar los numerosos problemas de hoy”. La misma actitud en la lucha contra el cambio climático. Para Guterres, el objetivo es construir una “coalición global para la neutralidad del carbono en 2050″. Cada uno debe” contribuir a nivel nacional, aumentando las ambiciones en todos los ámbitos: en la mitigación, pero también en la adaptación y la financiación. “Estos son los pasos”, dice, “que insto a todas las naciones a dar en el camino hacia Glasgow. Debo rendir homenaje al liderazgo constante y vital del Santo Padre, en particular a través de su encíclica fundamental “Laudato Si”, en la lucha contra el cambio climático y las injusticias que conlleva”.
Palabras todavía claras sobre la lucha contra el Covid 19 en la perspectiva de las vacunas que son “un bien público mundial disponible para todos, en todas partes”. Este es el camino, explica Guterres, “en lugar de acoger el nacionalismo de las vacunas” que es “un fracaso económico, además de moral”. Guterres también señala que la pandemia es algo más que un problema de salud: ahora se ha convertido -explica- en una crisis económica y social, y también en una crisis de derechos humanos, revelando “lo que siempre hemos sabido” que es “la interconexión de nuestra familia humana”.
El último tema: la emergencia migratoria con el gran problema no resuelto del gobierno libio. “Ellos son nosotros, son nuestra comunidad, y cualquiera de nosotros podría convertirse en un refugiado o un emigrante”. Con esta premisa, el Secretario General de la ONU comenta el Pacto sobre Migración y Asilo aprobado recientemente por la Comisión Europea y subraya lo fundamental que es “que todos los Estados, ya sean países de acogida y de tránsito, o países de origen, adopten medidas para garantizar que los refugiados y los migrantes sean tratados con respeto a su seguridad y dignidad” y que “la migración debe ser vista y gestionada como un balance neto positivo para las economías y las sociedades, tanto en lo que respecta a los países de origen como a los de destino”. En el frente libio, hay optimismo por la nueva estabilidad alcanzada, con un llamamiento a todos los combatientes extranjeros para que abandonen el país y el estímulo a la nueva autoridad ejecutiva para que refleje el pluralismo político, la representación geográfica y para que incluya a las mujeres y a los jóvenes en el futuro de un país deseoso de paz.
Por: Vatican News