“Unidos en la dignidad” es el tema del Día Mundial de la Lepra de este año. En un mensaje, el Prefecto interino del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral invita a las comunidades a reconocer y hacer que los enfermos gocen de la dignidad debida a toda persona, siendo más inclusivos y solidarios.
“Además de los grandes retos físicos asociados a la lepra, la desalentadora realidad del estigma sigue siendo un tremendo obstáculo para la salud integral y la curación”. Esta es la amarga consideración del Cardenal Michael Czerny contenida en su mensaje para el 69º Día Mundial de la Lepra, que se celebra hoy. El prefecto en funciones del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral se dirige a los presidentes de las Conferencias Episcopales, a los obispos responsables de la pastoral sanitaria, a los religiosos y religiosas, a los agentes sociales, sanitarios y pastorales, a los voluntarios y a todas las personas de buena voluntad. Según la Organización Mundial de la Salud, al menos entre tres y cuatro millones de personas viven actualmente “con discapacidades o deformidades visibles debidas a la lepra”, y dado que tanto “la etiqueta de lepra como la discapacidad que provoca conducen a la exclusión social en muchas comunidades, es probable que el número de personas que experimentan el estigma asociado a la lepra sea aún mayor”.
Ninguna enfermedad puede quitar la dignidad a una persona
El tema del Día Mundial de la Lepra de este año, “Unidos en la Dignidad”, sugiere la necesidad, según el cardenal Czerny, de que se conceda a todos estos enfermos “el derecho a una vida digna, libre del estigma y la discriminación asociados a la enfermedad”. En cambio, en demasiados lugares siguen experimentando marginación y aislamiento y, además de daños físicos, sufren ansiedad, depresión, angustia psicológica y tendencias suicidas. El cardenal Czerny cita un pasaje de la carta encíclica Fratelli tutti en la que el Papa Francisco dice: “No podemos ser indiferentes al sufrimiento; no podemos permitir que alguien pase por la vida como un paria. En cambio, deberíamos sentirnos indignados, desafiados a salir de nuestro cómodo aislamiento y a cambiar por nuestro contacto con el sufrimiento humano. Esto es lo que significa la dignidad. “Unidos en la dignidad” significa, para el cardenal, “ver las cosas de otra manera y actuar en consecuencia”. Y recuerda el ejemplo de Jesús que, como dijo en una ocasión el Papa Francisco, “se encontró con muchos enfermos; se hizo cargo de su sufrimiento; derribó los muros de la estigmatización y la marginación que impedían a tantos de ellos sentirse respetados y amados”. De Jesús aprendemos que toda persona humana es preciosa y tiene una dignidad que nada puede borrar.
Hay la cura falta superar el estigma
La pandemia de Covid-19, continúa el mensaje, ha dificultado la atención sanitaria en general, pero no debemos bajar la guardia ante la dignidad de las personas. Si estamos unidos en la dignidad, encontraremos la manera, como individuos y comunidades, de reconocer el valor de cada persona, especialmente de las que están enfermas o tienen una discapacidad. El diagnóstico precoz y los tratamientos disponibles nos permiten hoy responder con éxito al desafío de la lepra, concluye el cardenal Czerny, la tarea “que nos queda ahora es avanzar unidos en la dignidad, con la esperanza de ver pronto disminuir también el estigma y la discriminación”.
Por: Vatican News