Su Santidad ha enviado un mensaje de apoyo a una monja argentina, carmelita descalza, que desde su convento trabaja con transexuales y a quien Francisco asegura: “Rezo por vos y por tus chicas”.
“Querida Mónica, Dios que no fue al seminario ni estudió teología te lo retribuirá abundantemente”, escribe el Papa en la nota que dirige a Mónica Astorga Cremona, superiora del Convento de Carmelitas Descalzas -monjas de clausura- de Neuquén, que acaba de inaugurar un complejo de viviendas para transexuales. “Rezo por vos y por tus chicas. No se olviden de rezar por mí. Que Jesús te bendiga y la virgen santa te cuide”.
Sor Mónica vive en el monasterio carmelita de la Santa Cruz y San José, en la provincia de Neuquén, en el suroeste de Argentina, y se ha hecho famosa por su atención a los transexuales, a los que ayuda a abandonar la prostitución y las adicciones. La noticia la recoge la Agencia Informativa Católica Argentina, propiedad de la Conferencia Episcopal. Astorga lleva once años en esta misión con los transexuales, y ya había recibido mensajes de apoyo del Papa.
Su Santidad siempre se ha alertado decididamente en sus alocuciones, escritos y discursos contra la teoría de género. En la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de su viaje a Azerbaiyán el 2 de octubre de 2016, al tiempo que recordaba “la dignidad y el derecho a no ser discriminados por quienes no se sienten representados por su sexo biológico”, advertía claramente sobre los peligros para los individuos y la sociedad derivados de la ideología de género.
Con mayor autoridad que unas declaraciones en vuelto, el párrafo 56 de la exhortación apostólica Amoris Laetitia subraya que la ideología de género niega “la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y la mujer” y sugiere “una sociedad sin diferencias de sexo y vacía la base antropológica de la familia”. Y sigue: “Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer”. La identidad humana viene determinada por una opción individualista, que también cambia con el tiempo. Es inquietante que algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, busquen establecerse como un pensamiento único que también determina la educación de los niños. No debemos ignorar el hecho de que el sexo biológico (sexo) y el papel sociocultural del sexo (género) pueden distinguirse, pero no separarse”.
En febrero de este mismo año volvió el Santo Padre a arremeter contra la ideología de género, acusándola de ser una raíz cultural peligrosa. “Se trata de un ataque a las diferencias, contra la creación de Dios, contra el hombre y la mujer”, dijo Francisco. “Se trata de un ataque a las diferencias, contra la creación de Dios, contra el hombre y la mujer” y agregó que “esa aparente uniformidad” conduce a la autodestrucción, pues es un proyecto ideológico que “no tiene en cuenta la realidad, la diversidad de las personas”.
Entonces, ¿a qué viene ese “chicas” referido a hombres biológicos? ¿Por qué crear esa confusión, lanzando un mensaje a determinada audiencia y el contrario a otra?