El Santo Padre reza por las más de 120 personas que murieron en el estadio de Malag, en la provincia de Java Oriental, víctimas de los enfrentamientos provocados por fanáticos al final de un partido de fútbol.
Francisco, al concluir el rezo del Ángelus, manifestó su pesar por las más de 120 personas fallecidas y los casi 300 de heridos provocados en una trifulca de fanáticos descontentos por el resultado de un partido de fútbol, ayer, en el estadio de Malang, en la provincia de Java Oriental, Indonesia.
“Rezo por los que perdieron la vida y resultaron heridos en los enfrentamientos que estallaron tras un partido de fútbol en Malang, Indonesia”, fueron las palabras del Papa, ya adolorido por las consecuencias del huracán en Cuba y en Florida.
Un trágico partido
Según los medios de comunicación locales, los fanáticos del Arema FC irrumpieron en el campo después de que su equipo perdiera por 3-2 ante el Persebaya Surabaya. Los agentes de policía intentaron convencer a los hinchas de que volvieran a las gradas disparando gases lacrimógenos, lo que produjo una estampida general y un aplastamiento de personas impresionante.
El jefe de Estado indonesio, Joko Widodo, ordenó una revisión del plan de seguridad para los partidos de fútbol. El ministro de Deportes y Juventud, el jefe de la policía nacional y el jefe de la Asociación de Fútbol de Indonesia recibieron la orden de “realizar una evaluación exhaustiva”, aseguró Widodo en una declaración televisada.