El Papa Francisco saluda a través de un mensaje a los participantes en la Segunda Conferencia Nacional de la Salud Mental y les expresa su estima por su labor profesional; así mismo subraya la centralidad de la persona. Más comunidad para enfrentar el peligro del “descarte”.
El Papa ha saludado a los participantes en la Segunda Conferencia Nacional de la Salud Mental, patrocinada por el Ministerio de Sanidad Italiano. “Este evento me da la oportunidad de expresar la estima de la Iglesia y mi propia estima personal por los médicos y trabajadores de la salud involucrados en este delicado campo. Su compromiso de atender las condiciones de quienes padecen trastornos mentales y ofrecerles un tratamiento adecuado es un gran bien para las personas y para la sociedad”, dijo Francisco.
“Que no le falte el calor y el afecto de una comunidad”
Francisco expresó sus deseos de que “, entre otras cosas apoyando a quienes se dedican a la investigación científica de dichas patologías, y, por otro lado, promoviendo las asociaciones y organizaciones de voluntarios que trabajan junto a los enfermos y sus familias”. De igual manera subrayó la importancia de que “no le falte el calor y el afecto de una comunidad” al paciente, pues de esto se beneficia el propio profesional de la salud y la sociedad entera.
Por una sensibilidad renovada hacia la persona
El Obispo de Roma, puntualizó en la necesidad de que este evento, “inspire en las instituciones, los organismos educativos y las distintas esferas de la sociedad una sensibilidad renovada hacia quienes sufren problemas de salud mental, para infundir mayor confianza en tantos de nuestros hermanos y hermanas marcados por la fragilidad”.
Superar los estigmas
El Papa llamó la atención sobre cierta tendencia que busca privilegiar a quienes “aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los que sufren permiten que brille la belleza irreprimible de la dignidad humana en sus vidas heridas”.
La pandemia y sus efectos
“La pandemia ha enfrentado al personal sanitario a enormes retos, mostrando a todos, la necesidad de contar con fórmulas de atención sanitaria adecuadas para no dejar a nadie atrás y atender a todos de forma inclusiva y participativa” dijo el Papa. Seguidamente agradeció “a todos los que, a distintos niveles, se comprometen a aliviar el dolor de los que sufren, quiero expresaros mi cálido aliento para continuar en el fructífero camino de la atención solidaria”.
Finalizó su alocución recordando su oración por los pacientes, sus familias, los voluntarios y todo el personal sanitario, al mismo tiempo que invoca la bendición de Dios sobre todos ellos.
Por: Vatican News