Francisco, al final del Ángelus de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, dirige un pensamiento a las poblaciones “heridas o amenazadas por los combates”. Después da gracias a Dios por la liberación de los dos redentoristas ucranianos, liberados en un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania. El Presidente Zelensky agradece a la Santa Sede sus “esfuerzos”, mientras que el arzobispo Shevchuk expresa su gratitud al Pontífice por haber contribuido personalmente a la operación.
“Que todos los prisioneros de esta guerra vuelvan pronto a casa”. El llamamiento del Papa al final del Ángelus de hoy, 29 de junio, solemnidad de los santos Pedro y Pablo, esta vez no nace sólo del dolor por el drama del conflicto en Ucrania, sino también de una noticia, una buena noticia: la liberación ayer de dos religiosos redentoristas. Se trata de Levytskyi y Bohdan Heleta, padres de la Congregación del Santísimo Redentor que, detenidos en 2022 en Berdyansk, fueron liberados ayer por la tarde junto con otras ocho personas liberadas por Rusia en un intercambio de prisioneros con Ucrania.
Doy gracias a Dios por la liberación de los dos sacerdotes greco-católicos. ¡Que todos los prisioneros de esta guerra vuelvan pronto a casa!
Un pensamiento para los pueblos asolados por los conflictos
Francisco -que “con dolor” desde la ventana del Palacio Apostólico dirige un pensamiento a todas las “poblaciones heridas o amenazadas por los combates”, para que “Dios las libere y las sostenga en su lucha por la paz”- pide a los fieles presentes en la plaza que repitan con él este deseo. Casi una súplica para elevar juntos al Cielo: “Todos los prisioneros a casa”.
Agradecimiento al Papa del arzobispo Shevchuk
Por la liberación de los Redentoristas y de los otros ocho prisioneros, el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky agradeció, a través de la cuenta X, los “esfuerzos de la Santa Sede para traer a estas personas a casa”. Mientras que el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatloslav Shevchuk, de forma más directa, expresó en una nota “gratitud al Santo Padre, el Papa Francisco, que contribuyó personalmente a la liberación de nuestros sacerdotes-redentoristas Bohdan e Ivan”.
“A pesar de los grandes obstáculos, dado que su encarcelamiento duró más de un año y medio, los esfuerzos de la diplomacia vaticana lograron un resultado victorioso”, escribió el arzobispo, que agradeció “a todos los empleados de las estructuras diplomáticas de la Santa Sede, en particular al Secretario de Estado, cardenal Parolin, y a Su Eminencia el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, a quienes el Santo Padre encomendó ocuparse de la liberación de los ucranianos capturados y encarcelados.” Un agradecimiento especial también al Nuncio Visvaldas Kulbokas, quien a su vez destaca la labor realizada durante este tiempo por la Santa Sede.
Los llamamientos de Francisco
Ya en el Regina Caeli del día de la Ascensión, el pasado 12 de mayo, el Papa Francisco, tras una petición de oraciones por la paz en Ucrania, Palestina e Israel y Myanmar, había hecho un enérgico llamamiento al intercambio de prisioneros entre Moscú y Kiev.
Renuevo mi llamamiento en favor de un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania, asegurándole la disponibilidad de la Santa Sede para favorecer todos los esfuerzos en este sentido, especialmente para los que están gravemente heridos y enfermos
Hasta ahora, Rusia y Ucrania han realizado unos 60 intercambios de prisioneros desde el comienzo de la guerra. Varios miles han sido liberados por ambos bandos. El último intercambio conocido, antes de ayer, fue el 8 de febrero, con más de 3.000 ucranianos liberados, según el propio Zelensky.
El Papa también había hablado del tema en el Urbi et Orbi del pasado 31 de marzo, cuando pidió un “intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania”: “Todos para todos”, dijo.
Todavía 28.000 civiles ucranianos prisioneros
Y esto, como es bien sabido, era parte fundamental de la misión encomendada por el Papa al cardenal Matteo Zuppi, su emisario de paz en Kiev, Moscú, Washington y Pekín, con especial atención a la repatriación de niños ucranianos desde Rusia. Un trabajo que, según declaró recientemente el cardenal Parolin a los periodistas, avanza “lentamente”, pero avanza. Y que, como atestiguan las últimas noticias, está dando algunos frutos.
El camino sigue siendo largo. De hecho, monseñor Shevchuck, en la nota mencionada, recuerda que ”hoy más de 28.000 civiles ucranianos están prisioneros en Rusia”, entre ellos periodistas, médicos, funcionarios de gobiernos autónomos locales, miembros del clero y personalidades de la cultura. “Todos ellos son considerados por los rusos como expresiones peligrosas de la identidad ucraniana”, afirma el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, instando a todos a trabajar por la liberación de los presos cuya detención “viola cualquier norma internacional”.
Por: Vatican News