Según estadísticas recientes, alrededor de 6.000 cristianos nigerianos han sido asesinados desde 2015, principalmente por Boko Haram y los pastores militantes Fulani, que han cometido ataques terroristas contra agricultores cristianos”, así se lee en la carta enviada a la Conferencia Episcopal de Nigeria, por el presidente de la COMECE (Iglesia Católica en la Unión Europea), el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo, según ha informado la agencia Fides.
Al expresar su solidaridad con los hermanos nigerianos, los obispos de la Unión Europea invitan a “la UE, sus Estados miembros y la comunidad internacional a utilizar instrumentos diplomáticos, políticos y financieros para ayudar a las autoridades nigerianas a detener la violencia, entregar los delincuentes ante la justicia, apoyar a las víctimas e incluir plenamente a los cristianos (47% de la población nacional) en todas las estructuras estatales y en todos los niveles de las administraciones, incluidas la policía y las fuerzas armadas”.
En su mensaje, el cardenal Hollerich recuerda que “la Conferencia Episcopal de Nigeria ha condenado al gobierno federal por haber fracasado en su deber primario de proteger la vida de los ciudadanos» y ha lamentado que “la cultura de la muerte forme parte de nuestra vida cotidiana”. Además, los obispos nigerianos han afirmado claramente que la violencia en curso, en referencia a los pastores Fulani, “ya no puede ser tratada como un simple enfrentamiento entre pastores y agricultores”.
El Parlamento Europeo ha denunciado la situación de violencia en Nigeria en su Resolución de 16 de enero de 2020, en la que lamenta los ataques terroristas perpetrados por grupos yihadistas y la política “o tu tierra o tu sangre” ejercida por los militantes Fulani, que obligan a los agricultores a abandonar su tierra para evitar ser asesinados. El Parlamento también ha condenado la discriminación constante de los cristianos en las regiones nigerianas en las que se aplica la Sharia. La situación en Nigeria es supervisada por el COMECE, que ha contribuido al debate público en preparación de la Resolución del Parlamento Europeo de enero de 2020.
Por: InfoVaticana