Se trata del obispo de Siuna, Isidoro Mora, arrestado después de rezar por monseñor Rolando Álvarez, el obispo de Matagalpa condenado sin juicio a 26 años de cárcel y en prisión desde el pasado mes de febrero. La ONU denuncia: el país se aleja cada vez más del estado de derecho
La policía de Nicaragua arrestó el miércoles 20 de diciembre al obispo de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega. Se trata del segundo prelado detenido en el país, después de monseñor Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, condenado a 26 años de cárcel sin juicio regular por conspiración, difusión de noticias falsas, obstrucción a la justicia y desacato a las autoridades, encarcelado desde febrero pasado después de haber estado bajo arresto domiciliario desde agosto de 2022.
Segùn se informa, monseñor Mora fue detenido por la policía y los paramilitares «mientras se dirigía a celebrar las confirmaciones en la parroquia de La Cruz de Río Grande». Junto a él, «también fueron arrestados los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio». Por el momento, se desconoce el lugar donde se encuentran los tres hombres.
Arrestado después de rezar por monseñor Álvarez
La detención del obispo de Siuna – como refiere la prensa independiente del país citando fuentes eclesiales- se debe al texto de una homilía que monseñor Mora pronunció el 20 de diciembre en la catedral de San Pedro apóstol. En aquella ocasión, el prelado había referido que la Conferencia episcopal de Nicaragua sigue rezando por monseñor Álvarez. «Estamos siempre unidos rezando por la amada diócesis de Matagalpa – dijo monseñor Mora – rezando por monseñor Rolando y por el caminar de cada uno de ustedes». Luego concluyó: «Estamos unidos en la oración, en la comunión, en la fe, en el amor, en la ternura».
Un país que se aleja cada vez más del Estado de derecho
En los últimos días, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, ha afirmado que Nicaragua se aleja «cada vez más» del Estado de Derecho y, en particular «de las libertades fundamentales, agravando el sufrimiento de las personas, alimentando el éxodo de los jóvenes y minando el futuro de las instituciones democráticas». Ha denunciado que las autoridades de Managua siguen adelante en «perseguir a quienes pueden contribuir con una visión alternativa a la esfera pública como líderes políticos e indígenas, miembros de la Iglesia católica, activistas y periodistas». En este contexto – destacó – las «restricciones al espacio cívico continúan, con repetidos casos de detención arbitraria contra los que ejercen sus libertades fundamentales».
Por: VaticanNews