Vuelve la Gendarmería a realizar un registro sorpresivo en el Vaticano, una vez más por sospechas de corrupción, esta vez en la en la Fábrica de San Pedro, el organismo que gestiona la finalización y restauración de la Basílica.
Son cuatro las empresas que parecen estar involucradas en el caso que ha movido a la Gendarmería a posesionarse de equipos informáticos y documentos en la Fabrica de San Pedro, en un nuevo golpe de mano por sorpresa, también este por sospecha de corrupción. Los agentes han aprovechado la Festividad de San Pedro y San Pablo -y las consiguientes oficinas vacías- para llevar a cabo la operación de un modo más discreto que la anterior en la Secretaría de Estado.
¿De qué se trata? La sospecha es de malversación de fondos. Las obras de la Basílica estaban presupuestadas inicialmente en cuatro millones de euros, pero esa suma se ha excedido sustancialmente. Parece, además, que se han concedido contratos ‘bajo cuerda’ -sin la licitación exigida- y las cuentas no cuadran.
El ‘golpe’ forma parte de una investigación abierta después de que el presidente de la Fábrica -la administración de la Basílica de San Pedro goza de autonomía-, el cardenal Angelo Comastri, dejara sin responder preguntas del Revisor General.
Comastri es una figura excepcional en el Vaticano en el sentido de que es de los pocos que sigue en su cargo, confirmado por Francisco, desde el pontificado de Juan Pablo II. Fue nombrado a instancias del secretario privado del entonces Papa, Stanisław Dziwisz, en 2005, apenas dos meses antes de que muriera Juan Pablo II.Al mismo tiempo, con la fecha de ayer (fiesta de los santos Pedro y Pablo), el papa Francisco comisaría la Fabrica di San Pietro y nombra comisario al nuncio apostólico Mario Giordana.
Por: InfoVaticana