Ya es una realidad: un nuevo centro de acogida abre sus puertas en Almaty, gracias al compromiso de la comunidad católica de la archidiócesis y, en particular, de su brazo dedicado a proyectos sociales, Cáritas.
El nuevo Centro para niños con síndrome de Down de Almaty se ha inaugurado con el apoyo de la administración municipal y del Fondo Fiduciario Samruk-Kazyna para el desarrollo de proyectos sociales. El padre Gudo Trezzani, misionero desde hace años en Kazajistán y director nacional de Cáritas en la nación centroasiática, ha asegurado para la Agencia Fides que gracias a este proyecto hecho realidad ahora pueden “difundir y reforzar, a nivel cultural y social, la idea y la práctica de la inclusión en Kazajistán”.
“Queremos decir que nadie debe quedarse atrás, especialmente los jóvenes y los vulnerables. Nadie es un rechazado de la sociedad.”
Don Trezzani declara para la Agencia Fides que ahora mismo están muy contentos, padres, niños, voluntarios, familias, y en especial, los niños Down más mayores del grupo. “Ahora tienen un espacio de trabajo permanente y un lugar donde reunirse y comunicarse. Es sin duda un gran regalo para terminar 2022, que ha sido un año especialmente sorprendente, marcado también por la visita del Papa Francisco el pasado mes de septiembre. Ahora se abre un nuevo año, lleno de alegría, promesas y perspectivas que beneficiarán a nuestros chicos y a sus familias”, prosigue el misionero. Se trata de un proyecto que nace bajo el objetivo de promover la cultura en la sociedad kazaja y, por tanto, ideas e iniciativas caracterizadas e inspiradas por el concepto de “inclusión”, que beneficien en particular a los niños con discapacidades físicas o mentales.
Además, don Trezzani señala: “Durante su visita a Kazajstán, el Papa Francisco mencionó varias veces el tema del diálogo entre culturas y grupos sociales. El diálogo es la clave de las relaciones humanas, para mantenerlas en un clima de respeto y aceptación del otro. Para nosotros, el diálogo va acompañado del adjetivo ‘constructivo’. Queremos decir que significa poder construir algo junto con el interlocutor, en nuestro caso también a nivel institucional: nuestro centro nació de la colaboración entre la Iglesia local y la administración municipal de Almaty. El ámbito de los proyectos sociales es, en efecto, un terreno privilegiado en el que puede expresarse y realizarse un ‘diálogo constructivo. Con este espíritu, el Fondo Nacional Samurk-Kazyna para Proyectos Sociales seleccionó nuestro proyecto para niños con síndrome de Down, permitiéndonos ampliarlo a todo el país”, concluye.