“Nunca olvides a la población siria”: es el llamado del hermano Bahjat Karakach, guardián del convento Bab Touma en Damasco, que pide ayuda a través del sitio “Custodia Terrae Sanctae”. El país de medio oriente está experimentando una grave crisis económica.
“En este momento difícil no tenemos otra solución que recurrir a su caridad, a su proximidad”. Así lo afirma el padre Bahjat Karakach, guardián del convento Bab Touma en Damasco, a través de un comunicado en el sitio de “Custodia Terrae Sanctae”. “Como Iglesia tratamos de estar cerca de la gente, no dejar a nadie sin pan… pero no podríamos continuar nuestra misión sin su apoyo, sin su caridad”.
Que los líderes sean capaces de hacer la paz
El pasado domingo 28 de junio, el Papa Francisco, durante el Ángelus, también se refirió a la situación de Siria, así como de los pueblos vecinos, que viven en un contexto de graves crisis sociopolíticas y económicas que la pandemia ha hecho aún más difíciles. “¡Pensad que hay niños con hambre que no tienen comida! Por favor, que los líderes sean capaces de hacer la paz”, expresó el Papa.
Al borde de una crisis económica
Por su lado, el padre Karakach explica que actualmente en Siria la gente vive en la pobreza y que, después de 10 años de guerra más el peligro del coronavirus, una grave crisis económica también amenaza al país.
En efecto, la libra siria está perdiendo valor y los precios se han triplicado, lo cual dificulta la compra de alimentos y bienes esenciales. Todo esto “hace imposible, para la población local, un retorno a la normalidad”.
Llamado a la solidaridad
“Hoy un hombre de familia debería trabajar un mes completo para poder comprar un par de kilos de carne”, explica el guardián del convento Bab Touma, “tendría que trabajar todo un año para poder pagar las cuotas escolares de un niño”. El religioso explica como al entrar a las casas, muchas veces se encuentra a personas que no tienen nada de qué alimentarse.
De ahí el llamado a la solidaridad por parte del sacerdote para apoyar a las familias en dificultades.