Un sacerdote estadounidense ha descubierto en estos días que no solo no era realmente sacerdote, ni siquiera católico, por culpa de la ‘creatividad litúrgica’ del cura que le bautizó.
El padre Matthew Hood, sacerdote de la Diócesis de Detroit desde 2017, se llevó una descomunal sorpresa que cambiaría su vida viendo un vídeo familiar. Se trataba de la grabación de su bautizo, uno bastante normal para la época en que era un infante, pero para Hood fue una conmoción que le hizo ver que no estaba válidamente bautizado. Eso significaba que no era tampoco sacerdote, y que los sacramente que había impartido -Eucaristía y Penitencia, especialmente- eran igualmente inválidos.
Afortunadamente, Hood pudo subsanar el daño: informó a las autoridades eclesiásticas del caso y en poco tiempo recibió el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacerdotal.
¿Qué había visto en ese vídeo? Lo mismo que contamos aquí a principios de mes: la fórmula del Bautismo, como la de cualquier sacramento, no puede alterarse sin invalidar el sacramento, y en algunos casos los sacerdotes han cedido a la tentación de la ‘creatividad’, sustituyendo el “yo te bautizo” por el “nosotros te bautizamos”, supuestamente para incluir a la comunidad en la recepción del nuevo católico a la fe.
En una respuesta de 24 de junio de 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe establece que el bautismo conferido con esa fórmula no es válido y que las personas para las cuales se ha celebrado el Bautismo con esa fórmula deben ser bautizadas en forma absoluta. El sacerdote “carece de autoridad para disponer a su gusto de la fórmula sacramental”, añade la respuesta. El punto 1240 del Catecismo de la Iglesia Católica estipula que la única fórmula válida en el Sacramento del Bautismo en la Iglesia latina es la que va acompañada de las palabras “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, después de pronunciar el nombre del catecúmeno.
La insólita (esperemos) historia del Padre Hood la relata el propio arzobispo de su diócesis, Allen Vigneron, en una carta pastoral publicada por el arzobispado. “El diácono que la primera vez intentó bautizar al Padre Hood, Mark Springer, usó esta fórmula inválida [“Nosotros te bautizamos”] en la Parroquia de Santa Anastasia de Troy, durante el periodo entre 1986 y 1999”, dice Vigneron en la carta a los fieles. “La parroquia y la Archidiócesis de Detroit se esforzará por contactar con aquellos a quien el diácono intentó bautizar, de modo que puedan recibir válidamente los sacramentos. La archidiócesis ha identificado públicamente al diácono para alertar a quienes no hayamos podido contactar”.
El mismo esfuerzo va a hacerse, sigue el arzobispo, para dar con los fieles de las parroquias del Niño Divino, en Dearborn, y de San Lorenzo, en Utica, donde ha ejercido su ministerio el padre Hood para explicarles la situación y rectificar lo que se deba.
Por: InfoVaticana