Una hazaña motivada por la fe y el deseo de rezar por él mismo y por los demás: así fue el pregrinaje de Álvaro, un chico malagueño de quince años que recorrió el Camino de Santiago junto a su padre. Su extraordinaria fuerza interior también impresionó al Papa Francisco quien quiso agradecerle personalmente por su testimonio escribiéndole una carta.
Se llama Álvaro Calvente, tiene 15 años, es originario de Málaga, España, y tiene una discapacidad intelectual.
Sin embargo, hace unos días Álvaro hizo la peregrinación del “Camino de Santiago”, acompañado por su padre y un amigo de la familia. Su hazaña no pasó desapercibida para el Papa Francisco quien le escribió una carta – publicada en la página web de la diócesis de Málaga – en la que felicita al joven y le agradece su valiente testimonio.
“Querido Álvaro – escribe el Pontífice – he recibido una carta de tu padre en la que me dice que has terminado el Camino de Santiago y que en tu mochila has llevado, no solo tus intenciones personales, sino también las de muchas personas que se han unido a ti en la peregrinación, rezando”.
“Gracias por animarnos a caminar y por invitar a muchos otros a caminar contigo. En medio de la pandemia que estamos viviendo, con tu sinceridad, alegría y sencillez, lograste poner en marcha la esperanza de muchas personas que conociste ya sea en el camino o a través de las redes sociales”.
El viaje de Alvaro fue, de hecho, compartido por su padre en Twitter.
“En el camino nunca estamos solos”
“Hiciste una peregrinación e hiciste que mucha gente peregrinara, animándoles a no tener miedo y a recuperar la alegría, porque a lo largo del camino nunca vamos solos -continúa escribiendo el Papa Francisco – el Señor siempre camina a nuestro lado. Gracias por su testimonio y tus oraciones”. La carta del Papa concluye con una bendición, una invocación a Nuestra Señora del Carmen y una petición para el joven: “No te olvides de rezar por mí”.
Séptimo de diez hermanos, Álvaro vive en el distrito de Huelin y es miembro de la Comunidad Neocatecumenal de la parroquia local de “San Patricio”. A pesar de su discapacidad -explica la diócesis de Málaga- el joven participa activamente en la vida parroquial, de hecho: “Su experiencia de fe, tan alegre, es un testimonio para todos los que lo conocen”.