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La CEAMA en el corazón de la Iglesia en América Latina y el Caribe

Cardenal Hummies

“Los tiempos actuales son difíciles, desafiantes, pero también abiertos a innovaciones y nuevos sueños, tanto para la familia humana global como para la Iglesia y su misión”. Lo afirmó el cardenal Claudio Hummes a los participantes en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe

Fechado el 27 de noviembre en la Ciudad de México el cardenal Claudio Hummes, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA – dirigió su mensaje a los participantes en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe para recordar que estos tiempos desafiantes, también están abiertos a “innovaciones y nuevos sueños, tanto para la familia humana global como para la Iglesia y su misión”. Como ejemplo citó esta Asamblea Eclesial del CELAM que están llevando a cabo.

Camino y caminar

Afirmó asimismo que “hoy podemos inspirarnos en las palabras del Papa Francisco en la homilía de la misa que celebró inmediatamente después de su elección con los cardenales del cónclave. Se trata de las palabras camino y caminar”.

“La Iglesia no puede quedarse sentada en casa confiando en la seguridad de los muros que ha construido para preservarse. Es preciso derribar los muros y construir puentes para salir. ¡La Iglesia en salida, como se dice! Salir al encuentro de los pueblos, de las comunidades y de las personas, al encuentro de todos, pero especialmente al encuentro de las periferias geográficas y existenciales, para escucharlas y construir con ellas nuevos caminos”

Nuevos caminos

Nuevos caminos para la misión de la Iglesia en el mundo actual, pidió el purpurado, caminos eclesiales y sinodales, teniendo en cuenta que la palabra sínodo significa: “un camino hecho juntos”. Y añadió que “estos caminos ya se practicaban en la Iglesia primitiva. En la que, a la luz del Espíritu Santo, comunidades enteras, pastores y laicos, participaban en la construcción del camino”, tal como se relata en los Hechos de los Apóstoles. Mientras “en los tiempos modernos fue el Concilio Vaticano II el que renovó esta eclesiología”.

Sensus fidei

Asimismo, se refirió a la doctrina del sensus fidei, el sentido de la fe, el sensus fidelium, el sentido de los fieles, lo que significa que todos los cristianos, pastores, religiosos y laicos, por la fe y el bautismo reciben del Espíritu Santo esta cualificación del sensus fidei.

“En otras palabras, el simple cristiano, no un obispo, también tiene el faro para ayudar a identificar el rumbo a seguir para vivir el Evangelio auténticamente hoy y anunciarlo hoy. Por lo tanto, cada cristiano también tiene este faro y debe ser capaz de ayudar a la Iglesia. Así se superó el concepto de una Iglesia piramidal, en la que la jerarquía de pastores es la que dirige y los demás fieles solo obedecen”

Con el Papa Francisco

Del Papa Francisco destacó que retomó la doctrina del Vaticano II y rescató de forma innovadora la práctica de “caminar juntos”, que “se llama sinodalidad”. De manera que “en la construcción de los rumbos de la Iglesia hoy y en el futuro”, se de “a este caminar juntos el nombre de eclesial”. Y explicó que “una institución eclesial significa, por tanto, una institución pastoral y misionera, formada no sólo por obispos, sino también por representantes de las demás categorías del pueblo de Dios”.

“Y así llegamos a nuestra Asamblea Eclesial del CELAM, compuesta no solo por obispos, sino también por representantes de las demás categorías del pueblo de Dios en América Latina y el Caribe”

Largo proceso iluminado por el Espíritu Santo

El purpurado destacó asimismo que “en el camino para llegar a esta Asamblea Eclesial hubo un largo proceso, iluminado por el Espíritu Santo y que vale la pena recordar. Este proceso comenzó con una práctica de Iglesia en salida que derribó muros y construyó puentes para salir al encuentro de todos, pero especialmente de los más sufrientes y pobres de las periferias geográficas y existenciales de la Panamazonía, con el objetivo de escuchar, escuchar y escuchar. Y luego, con ellos, construir nuevos caminos”.

La Amazonía es una prueba de fuego

Aludió además a las palabras del Papa Francisco, al inicio de su pontificado, quien en Río de Janeiro se dirigió a los obispos brasileños para decirles que “la Amazonía es una prueba de fuego, un banco de pruebas para la Iglesia y para la sociedad brasileña”.

“La Iglesia está en la Amazonía no como los que tienen las maletas en la mano para irse después de haber explorado todo lo que puedan. ¡No! La Iglesia ha estado presente en la Amazonía desde el principio con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes y laicos y obispos y sigue estando presente y siendo decisiva en el futuro de esa zona”

Ahora bien, prosiguió el cardenal Hummes, “este impulso del Papa fue decisivo para lo que vendría a partir de entonces”. En efecto, “se puso en marcha un proceso mediante diversas iniciativas y proyectos para unir a la Iglesia de la Panamazonía en este caminar juntos. Sin embargo, el proyecto de unión de las Iglesias particulares, diócesis, vicariatos y prelaturas de la Amazonía latinoamericana, Panamazonía, ya estaba en desarrollo desde hacía tiempo. La idea era reunir a todas estas Iglesias en una red. Reunirlas en una red para que no se sientan aisladas en sus esfuerzos por evangelizar su respectivo territorio”.

También destacó que la situación se vio “agravada por la soledad del bosque y la ribera, así como por la enorme cantidad y diversidad de culturas de los pueblos originarios, los indígenas”. Y dijo que “los impulsos vinieron principalmente de tres puntos: Cáritas del Ecuador, con Mauricio López; luego el Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL) del CELAM, con su entonces presidente, monseñor Pedro Barreto, hoy cardenal; y la Comisión Episcopal para la Amazonia, de la que fui titular desde 2011, de la CNBB”.

Dentro de este amplio recorrido, el purpurado se refirió al período más reciente que “nos ha traído también la CEAMA, la Conferencia Eclesial de la Amazonía, que recibió su aprobación canónica del Papa”, el pasado 9 de octubre.

“Percibo la CEAMA como ese punto firme. Con la aprobación canónica del CEAMA por parte del Papa, la CEAMA se ha convertido en ese punto firme e irreversible, no sólo para la misión de la Iglesia en la Panamazonía, sino para la Iglesia universal global.

Por: Vatican News

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